Algunos consejos para una buena alimentación. Por Dr. David Sznajderhaus

Hoy en día, con el culto al cuerpo y la influencia de los medios de comunicación, es normal la proliferación de multitud de dietas. Mucha gente dice, y más al acercarse las fechas veraniegas, “Mañana me pongo a dieta…”.

La forma correcta de perder peso no es ponerse a dieta, sino cambiar los hábitos alimenticios. Para perder peso de forma segura y definitiva, olvídese de las “dietas milagro”, y apúntese a un estilo alimenticio sano.

Reglas básicas

Evite los regímenes hipocalóricos por debajo de 1000 calorías diarias. La pérdida de peso debe tener lugar de forma gradual (1/2 kg. a 1 kg. por semana).

Reduzca drásticamente el uso de alimentos con alto contenido de lípidos. Las grasas de origen animal pueden ser carnes rojas, los embutidos, y los quesos grasos y lo único que hacen es incrementar el nivel de grasa corporal. También se encuentran en condimentos, como la sal y las salsas, y en productos industriales.

Aumente ligeramente la cantidad de proteínas. Las puede encontrar en la carne de ave sin piel, pescados, leche descremada y derivados. Tome muchas vitaminas: fruta, verduras, sales minerales y fibras, legumbres, pan integral y cereales. Los carbohidratos (pan, legumbres, arroz, pasta, trigo, maíz, papas) son “el combustible” que su cuerpo necesita para el día a día, no deje de consumirlos, ellos son la fuente de energía. Consumir verdura cruda, que abulta, sacia y reduce la absorción intestinal de las grasas. Hay que comer muchas ensaladas (lechuga, tomate, pepino, pimiento, escarola, cebolla, zanahoria, espárragos, etc…).Variar lo más posible los menús diarios.

Coma poco de todo, en vez de mucho de poco, esto ayudará además a que no se aburra de la alimentación. Procure no saltarse nunca las comidas, a fin de no causarle un shock al organismo. También debe intentar comer por lo menos 4 veces distintas al día (desayuno, almuerzo, merienda y cena). Cuantas más veces active el proceso digestivo, más calorías quemará. Por supuesto, también hay que intentar estar un poco en forma. Realice una actividad física ligera, pero constante: dos o tres sesiones semanales de gimnasia suave o de ejercicios aeróbicos: andar, correr, nadar, bici, aerobic, permiten incrementar los ritmos de metabolismo, quemando calorías con mayor rapidez. Otro alimento que no debe olvidar y que es muy importante es el agua, que por un lado pesa, y por el otro lado desde luego no engorda.

Consejos que sirven para cuidar lo más preciado que a veces desatendemos: nuestra salud.

Dr. David Sznajderhaus (www.docterapi.com)

Médico  MN 70.630

Especialista en Trastornos de la Alimentación