El colesterol en nuestro cuerpo proviene de dos orígenes: es producido por el hígado y también es aportado por los alimentos de origen animal. El colesterol en nuestro organismo tiene funciones importantes, como por ejemplo formar parte de las membranas celulares y ser materia prima para la formación de sales biliares, pero los niveles elevados no son buenos.
¿Cuánto colesterol debo tener?
El nivel de colesterol menor de 200 mg/ dl se considera como deseable; entre 200 a 239 mg /dl se lo toma como límites más altos de lo normal, y en el caso que sea mayor o igual a 240 mg/dl, constituye una hipercolesterolemia.
La elevación de los niveles de colesterol en sangre, por encima de 200 mg/dl, se asocia con un mayor riesgo de cardiopatía coronaria. El riesgo se incrementa cuando los niveles de colesterol superan significativamente los 240 mg/dl.
Otro factor de riesgo muy importante es el colesterol LDL (vulgarmente llamado colesterol malo). En sujetos sin enfermedades asociadas, niveles de colesterol LDL menores a 130 mg/dl se consideran como deseables, de 130 a 159 mg/dl en los límites de riego y mayores a 160 mg/dl como alto riesgo.
Se denomina nivel sanguíneo bajo de HDL a toda concentración inferior a 35 mg/dl en varones y 45 mg/dl en mujeres, por lo tanto, conviene que la fracción HDL tenga niveles superiores a los anteriormente citados.
Entre los factores importantes que incrementan en nivel de HDL, o sea, del bueno, se encuentran: los estrógenos (por esto las mujeres tienen menor riesgo de cardiopatía coronaria), el ejercicio, y la perdida de peso (en obesos).
Por lo tanto, es importante que el colesterol total esté por debajo de 200 mg/dl, que el LDL sea menor a 130 mg/dl y el HDL mayor a 45 mg/dl.
Dentro del tratamiento para normalizar el colesterol, la alimentación es una de las herramientas que puede implementar para cumplir dos objetivos:
– Lograr un descenso de peso, en el caso que esté con sobrepeso.
– Consumir las calorías adecuadas para su edad, peso, talla.
Para ello:
– Elija los lácteos descremados.
– Pan: seleccione el pan francés o de salvado.
– Galletitas: compre las sin grasa o las que tengan bajo tenor graso.
– Pastas: acompáñelas con aceites o hierbas.
– Las legumbres ayudan a disminuir los niveles de colesterol.
– Carnes, alterne vaca, pescado y pollo, una vez al día.
– Vaca. Elija cortes magros: peceto, lomo, bola de lomo, nalga, cuadril, paleta.
– Pescado: elija preferentemente pescados de mar, tiene menos tenor graso.
– Pollo: consúmalo sin piel ni grasa y mejor es la pechuga.
– Huevo: hay mucha discusión al respecto, pero puede comer uno por día.
– Incorpore verdura, frutas y frutas secas (en baja cantidad) a su alimentación.
– Para condimentar elija aceites vegetales.
– Para untar, es mejor la margarina que la manteca.
– Evite la mayonesa, reemplácela por aceite o use la light.
– Si usted tiene una vida sedentaria, aumente su actividad física.
La mayoría de las personas cuando cambian sus hábitos alimentarios y realizan actividad física, logran normalizar los niveles de colesterol, pero hay personas que necesitan agregar una medicación, por este motivo. Consulte a su médico.
Dr. David Sznajderhaus (www.docterapi.com)
Médico MN 70.630
Especialista en Trastornos de la Alimentación