Los argentinos solemos disfrutar de muy buenos asados y parrilladas, siendo famosos por la calidad de nuestras carnes y achuras. Pero no basta con ser buen asador y recibir los aplausos de los comensales, también hay que evitar los riesgos de alguna intoxicación o infección del tubo digestivo, que pasan más de lo que muchos creemos.
Para eso, tenga en cuenta estos cuidados:
- Las carnes y achuras deben mantenerse siempre en frío; si viaja con la carne en auto o transporta la misma, hágalo en recipientes especiales que conserven el frío. Recuerde que en el baúl la temperatura es mucho mayor que en el interior del vehículo.
- Al descongelar la carne, póngala en fuentes profundas; evitará así que el jugo de la carne cruda contamine otros alimentos que estén en la heladera.
- Para cortar la carne cruda, elija tablas de plástico; las de madera absorben los jugos y son difíciles de limpiar. Para secar esas tablas después de usarlas, use papel absorbente que pueda tirar, los repasadores pueden quedar con los jugos crudos y al tocar otros utensilios, contaminarlos.
- Trate de no servir la carne demasiado jugosa, ya que si la carne no está bien cocida, tiene más riesgo de transportar microbios. La carne bien cocida tiene su jugo de color claro; si el jugo está de color casi violeta continúe la cocción.
- Al servirla no use los mismos cubiertos que tocaron la carne cruda y sírvala apenas la saca de la parrilla.
Así disfrutará de un buen asado, sin riesgos de producir infecciones.
Dr. David Sznajderhaus (www.docterapi.com)
Médico MN 70.630
Especialista en Trastornos de la Alimentación