1-Comer en una atmósfera tranquila y silenciosa.
No hay que dividir la atención trabajando, leyendo, escuchando la radio o mirando televisión mientras se come. Si concentramos la atención en la comida y los sabores, aumentará el poder de la digestión. Recuerde que la conciencia tiene poder de organización y si está ocupada en otras cosas restará equilibrio al aparato digestivo.
2-Establecer horarios regulares para comer.
Cuando se come todos los días a la misma hora, el organismo se acostumbra a esa rutina, entonces la digestión se produce automática y plenamente. Los horarios irregulares confunden al sistema mente – cuerpo e impiden digerir a fondo.
3-Sentarse para comer.
Aunque sólo sea una merienda, tómese el tiempo necesario para sentarse a la mesa, esto hará la digestión más plena al ayudarle a dirigir la conciencia hacia el alimento aprendiendo que es mejor estar sentado en el lugar adecuado para comer.
4-No coma estando nervioso.
Comer cuando se está nervioso divide a la conciencia. Si está bajo tensión, espere unos minutos hasta que pase. Evite las discusiones que puedan causar irritación o tensión durante la comida, de lo contrario corre serio riesgo de sufrir dolores cólicos (esos que vienen y se van para volver con más fuerza), distensión abdominal (panza hinchada), diarreas o constipación incluso vómitos, sumando a esto, cefalea, malestar general, irritación, cerrando en definitiva, el círculo de nervios que dio origen a este malestar.
5-Coma sólo hasta sentirse cómodamente satisfecho.
La cantidad de alimentos ingeridos en cada comida es un factor muy importante para la buena digestión. Comer mucho obliga a nuestro sistema digestivo a trabajar demás innecesariamente con el riesgo de una mala digestión además de agrandar el estómago especialmente, que es una bolsa que aumenta su tamaño para albergar mayor cantidad.
6-Evite los alimentos y las bebidas heladas.
Las sustancias heladas pueden dificultar la buena digestión y si cree que no podrá acostumbrarse, al cabo de pocos días notará la diferencia.
7- No hable mientras mastica.
Mientras come, los sentidos se deben dirigir hacia adentro a fin de disfrutar el sabor, la vista y el aroma de la comida. Impóngase la regla de no hablar mientas tenga comida en la boca.Las conversaciones deben ser tranquilas, esperando cada uno su momento de opinar.
8-Coma a ritmo moderado.
Devorar dificulta la digestión. Es necesario tomarse el tiempo necesario para comer. Es el momento del día en el que se crea la energía que necesitamos para continuar o reponer para el día siguiente. Pruebe no recoger un bocado con el tenedor hasta después de haber masticado y tragado el bocado previo.
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No vuelva a comer antes de haber digerido por completo.
Comer antes de haber digerido por completo lo anterior es como cocinar una sopa de fideos: si agrega fideos en medio de la cocción, la sopa nunca estará lista. La digestión de una comida requiere de 3 a 6 horas. Si siente hambre entre comidas, consuma algo liviano, una fruta por ejemplo de lo contrario su aparato digestivo no tendrá descanso provocando los signos típicos, pesadez, malestar, dolor de cabeza.
10- Quédese sentado y en silencio durante algunos minutos después de comer.
Esto permite que la digestión se inicie sin esfuerzo. Dentro de lo posible, es aún mejor recostarse de 15 a 20 minutos. Luego de esto, es de buen hábito caminar lentamente para evitar la sensación de estómago lleno.
Conclusión:
Si bien estos 10 consejos pueden parecer difíciles de llevar a la práctica, incómodos, hasta risueños, pruebe empezar con algunos, verá los resultados en poco tiempo y su alimentación mejorará a la vez que le ayudará al tan ansiado descenso del exceso de peso y una nueva forma de alimentarse que le va a permitir disfrutar de la comida, mantener el peso y dejar de sufrir por este tema.
Dr. David Sznajderhaus (www.docterapi.com)
Médico MN 70.630